No le corresponde a usted preguntarle a Dios por qué le ha hecho pasar por determinadas situaciones, sólo le corresponde confiar en él. Nuestro Señor siempre sabe lo que es mejor para tu vida, incluso si tú no lo sabes. Es extremadamente natural para usted alejarse de las personas que alguna vez creyó que permanecerían a su lado para siempre.
Quizás tu vida haya tomado un rumbo completamente opuesto al que siempre habías imaginado o te has encontrado renunciando a los proyectos que tanto querías realizar. Independientemente de su contexto actual, nunca puede creer que ha llegado tan lejos en vano. Dios solo quitó lo que no traería paz y felicidad a su camino.
No vayas en contra de la voluntad de Dios, como si no le debieras respeto por encima de todo, y recuerda: cada uno de nosotros lleva una carga, que nunca es mayor de lo que somos capaces de soportar. No crea que es una injusticia divina que enfrente tantos desafíos.
Las cosas no siempre saldrán como queremos o planeamos; perderemos a las personas que amamos, tendremos que renunciar a ciertas cosas. Nos vamos a lastimar, a asustarnos, pero está bien.
Cada obstáculo que superas agrega un tipo de aprendizaje a tu personalidad. Es frente a la dificultad que aprendes a valorar lo que ya has logrado y todo lo que aún lograrás. Si Dios cambió algunos de tus proyectos, es porque sabe que en el futuro no traerán el éxito que esperabas. Si te alejó de algunas personas, es porque se dio cuenta de que nunca estarían de tu lado cuando realmente lo necesitabas.
Mira a tu alrededor, observa bien, solo quedan aquellos que realmente deberían quedarse en tu vida.
Es normal estar enojado con el mundo cuando lo que queremos no sale según lo planeado, pero debemos creer que Dios reemplazará todo lo que hemos perdido con algo mejor. Dios nunca te apartará de lo que realmente es bueno para ti, pero tampoco duda en sacar de tu camino todo el mal que pueda acabar con tu fe y la paz que hay en tu corazón.
Confía, Él siempre te está guiando en la dirección correcta y, muy pronto, te encontrarás con las victorias con las que tanto has soñado.
Cuando entregas tu vida en manos de Dios, Él no permite que te pase nada malo.
Deja que Él decida qué es lo mejor para su rutina y su futuro. No vayas en contra de Su voluntad, porque tu Dios lo sabe todo y lo ve todo. Cuando confías en Él, comienzan a recibir grandes bendiciones.